El sector agropecuario ha sido la base de la economía de la vida de los habitantes de La Puebla de Castro desde tiempos de Labitolosa. La fertilidad de los prados que regaba el río Ésera facilitaron el asentamiento de la población. Hoy en día sigue siendo una labor primordial para muchos de los habitantes del municipio.
La gastronomía local es rica en platos obrados por productos de cercanía, de calidad. Los embutidos eran el fruto de la matacía del cerdo y la despensa de carne durante todo el año. Ahora reflejan la tradición en una rica cocina donde no falta la longaniza, la chireta o la morcilla de elaboración propia y comercializada gracias a empresas familiares instaladas en La Puebla de Castro.
Las almendreras entran en flor al amanecer los primeros rayos de sol cuando el invierno se acerca a la primavera. La almendra entrega a La Puebla de Castro uno de sus mejores manjares, el pastillez de almendra, cuya dulce desgustación es uno de los mejores regalos para el visitante.
Los olivas mediterráneos dejan en La Puebla de Castro la esencia de los tiempos romanos y árabes y sus raíces se agarran a la tierra para criar las aceitunas de las que emerge el aceite, otro de los productos autóctonos del municipio.